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Escrivá dinamita el diálogo social y saca adelante leyes de pensiones y autónomos sin consenso

Jose Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social
Jose Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social
Carlos Ribagorda

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, no ha conseguido cerrar con el apoyo de los agentes sociales las leyes que ha aprobado en el último año sobre pensiones y autónomos. La reforma de las cotizaciones de las empresas dentro del nuevo Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) para afrontar el coste de la entrada de los baby boomers en el sistema de pensiones se aprobó sólo con los sindicatos UGT y CCOO. La implantación de planes de pensiones públicos salió sin el apoyo de ningún agente y ahora está tratando de conseguir el apoyo de PP y Ciudadanos para aprobarlo en el Congreso. Y la reforma del sistema de cotizaciones por ingresos reales de los autónomos va camino de otro fracaso.

La negociación con las asociaciones de autónomos ha sufrido un importante retroceso el pasado jueves. Después de haber pactado con ATA, UPTA y Uatae, las tres asociaciones representativas del colectivo, que el nuevo sistema se pondría en marcha como prueba sólo tres años -2023 a 2025-, la negociación de los tramos y las cotizaciones ha saltado por los aires.

De acuerdo con las fuentes consultadas, sólo UPTA, ligada a UGT, está a favor de aplicar el sistema propuesto por Escrivá, que eleva la cotización máxima hasta los 550 euros (para rendimientos netos superiores a 4.000 euros) y la mínima la deja en 250 euros (menos de 700 euros). Según UPTA, ese sistema permitiría ahorrar hasta 750 euros al año a 2,4 millones de autónomos, y ha pedido a Escrivá que saque adelante la reforma «aunque sea sin consenso».

Las otras dos asociaciones están en contra de la nueva propuesta. Sobre todo ATA, porque supondría elevar la cotización de autónomos de clase media en una cifra estratosférica, del 49% para los que declaren unos rendimientos netos de 1.900 euros mensuales. «Las posiciones están muy alejadas y queda mucho por alcanzar un acuerdo», explican fuentes de la negociación.

En definitiva, o la reforma no está el 30 de junio -compromiso con Bruselas- o Escrivá la tendrá que sacar adelante sin el apoyo de las asociaciones. «Sería muy fuerte que sacara adelante una reforma como ésta sin el acuerdo de todas las asociaciones», señalan estas fuentes.

Sin consenso

Pero no sería la primera vez. Escrivá, que presumió de pactos con los agentes sociales en julio de 2021 porque pactó un decálogo general de reformas, después no ha aprobado ninguna con consenso. La reforma de las cotizaciones de las empresas para afrontar el gasto de las pensiones de los baby boomers sólo la apoyaron los sindicatos. Los empresarios se negaron a firmar el incremento del 0,6% en las cotizaciones -0,5% la empresa y 0,1% los trabajadores-.

«Tampoco cerró el apoyo de los agentes sociales para aprobar la implantación de los planes de pensiones de los trabajadores financiados por las empresas, para que puedan completar la pensión en el futuro. La sacó en noviembre en solitario, en Consejo de Ministros, sin diálogo social», aseguran fuentes del sector. Ahora está en el Congreso y el Gobierno está tratando de conseguir el apoyo de PP y PSOE tras el no de sus socios de izquierda.

Y el último ejemplo es la puesta en marcha de una norma que modifica aspectos del funcionamiento de la actividad de los autónomos. Sin haber cerrado un acuerdo en la negociación, ha sacado a audiencia pública una norma que, entre otras cosas, obligaría a los autónomos a adelantar una previsión de ingresos y cotizar por ellos. «¿Por qué hacen eso en medio de la negociación? Es que una manera de funcionar extraña», señalan.

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